Hiruzta (DO Txakolí de Getaria): tapear en Donosti, una experiencia con este blanco de Hondarribia

Hondarribia / Fuenterrabía no es sólo uno de los pueblos más bonitos del País Vasco sino el emplazamiento del clásico Hondarribi Zuri y del Gros Manseng bearnés (5%) . Un coupage pues que rompe los moldes clásicos del chacolí y nos anuncia que aquí viene uno diferente y vanguardista:

Nota de Cata 2017: En vista comparte señales propias de juventud como su añada anterior. Nariz aromática: prado tras la lluvia, mentolados y cítricos. En 2º plano notas de especia blanca y lima para la complejidad. Entrada seca en boca, desarrollo de frescor controlado que nunca es agresivo. Aromas de boca para los herbales bien entendidos, melocoton inmaduro y una notra salina que nos trasnsporta a la costa. Final delicado y sutil de amargor delicado que alarga la persistencia.

Nota de Cata 2016: Esta añada se presenta visualmente de un color amarillo pajizo con reflejos verdosos. Olfativamente media intensidad con motivos herbáceos y florales que denotan frescura. En el apartado gustativo es protagonista su ligereza, frescor y acidez contenida. Sus notas florales lo hacen agradable y fácil de beber, desmarcándolo de chacolís más clásicos y previsibles.

Uno de los txakolís que más me gustó en mi visita a Donosti, probado en su casco viejo, ambos de obligada visita a todo el mundo. La bodega responsable es Hiruzta, a las afueras de Hondarribia y es el proyecto de la familia Rekalde (aunque también filosofía de vida y epicureísmo...). Su precio se mueve en torno a los 15 euros, ahí queda eso.

Labastida 1786 (DOCa Rioja): tras 5 generaciones la potencia prevalece, bravo José Antonio Martínez Fernández

Labastida (sur de Álava) es la cuna de un personaje importante en el mundo de la vinificación en España: Manuel Quintano Quintano. Este noble primero, y cura después trajo desde Burdeos las técnicas más innovadoras para la mejora del vino. Entre ellas la supresión del raspón durante el pisado de la cosecha, el prensado (vertical todavía) suave para la no transmisión de sensaciones herbáceas, y también, mejoras en la clarificación y el trasiego. Un pionero en todo caso que puso los mimbres para que hoy día podamos disfrutar de vinos como éste y con el brindamos por Manolo.

Nota de Cata: Mucho color es decir, una buena opacidad con matices color ladrillo (11 meses de envejecimiento en barrica de 2º/3º uso). Una primera nariz con notas de cuero, tabaco y balsámicos. Segunda nariz con recuerdos maderizados junto a la fruta negra en compota. Boca afrutada que va volviéndose cada más potente hasta desbocarse con la ayuda de una barrica de roble (7o% americano – 3o% francés) firme. Cuerpo y estructura. Acidez suficiente y grado alcohólico de 14'5 % para este macho alfa de los vinos.

Buenos mimbres en este potente Tempranillo salido de bodegas y viñedos Labastida, con una edad de 5o años y plantados a una altitud de entre 5oo y 6oo metros por encima del nivel del mar. Esta bodega con también más de 5o años posee un viñedo propio de 540 hectáreas influenciadas doblemente por: al norte Sierra Cantabria y al sur el río Ebro. Con un mes más este crianza de 11 euros podría llevar la etiqueta de Reserva (para mí organolépticamente lo es), pero aún así es recomendable para abrir frente a los suegros y un buen asado.

Cruz de Piedra rosado (DO Calatayud): rosé de Cooperativa que desborda frescor y fruta guapa

Villarroya de la Sierra es el enclave zaragozano desde donde sale esta Garnacha Tinta elaborada por la cooperativa del pueblo. El municipio se asienta sobre un barranco que mira al río Biota. De sus arcillosas tierras rojas (royas, de ahí parte de su nombre) sale una de las Garnachas más reputadas de Aragón. Puede chocar su tapón de rosca pero en EEUU, Australia, etc. es lo más normal y aparte la producción de corcho es limitada.

Nota de Cata 2016: Color rojo rubí intenso con reflejos cardenalícios (maceración pre-fermentativa de ¡3o horas!). En primera nariz atisbos de guinda y fruta roja... después se suman ecos cítricos. Tímida intensidad general. Boca fresca, de una acidez presente pero controlada y con una fruta de arbusto descontrolada y deliciosa en su desarrollo. Final que rescata ecos de salvia y rubrica una Garnacha fresquita.

Ya hablé hace años de un Macabeo de su otra marca (Albada) que hace poco se llevó premio Baco en su versión viñas viejas, así que felicidades al enólogo y amigo Manu Castro. Este rosado lleva un precio de 2'82 euros que son acertados y será positivo abrirlo durante el año frente a una paella aragonesa, la ensalada de cogollos de Tudela, tapeo, agapes y demás ocasiones sociales.

Lapeyre Moelleux 2016 (AOC Jurançon)

L'AOC Jurançon est un vignoble du piémont pyrenéen établi par les romains. Située entre la montagne et la ville de Pau (64) ses 1000 Ha sont influencées par le rigueur montagnarde, les precipitations océaniques et le Foehn: vent sec chaud du sud. Un vignoble plus spécial encore grâces des cépages autoctones comme le Petit Manseng ou le Gros Manseng, ici protagonistes en BIO et passerillées ( 6o% GM 4o% pM ).

Couleur jaune citron avec pas mal de larmes (12% vol.). Un nez intense, sauge, agrumes ou nid d'abeilles. Bouche puissante toute en complexité avec une équilibre parfaite entre acidité et sucres. Une bouche vive, délicieuse et dense avec presence de fruit blanche de noyau, de la cire, de la clementine et de beaucoup plus de sensations sucrées. Finale encore avec la belle mélange d'agrumes et sucres (vendange passerillée) d'une exceptionelle persistence.

Un maître des blancs moelleux est Jean-Bernard Larrieu qui depuis 1985 gère Clos Lapeyre avec 18 Ha en bio. J'ai pu rencontrer lui et son vignoble qui est bénéficié d'une altitude de 4oo m. en pente face les Pyrénées (paysage de film) et des sols nommés 'poudingue de Jurançon'. Après, dans la cave j'ai eu le privilège de goûter la majorité de ses vins à travers lesquels j'ai compris toute l'expression du Jurançon viticole. Cette référence possède un génial rapport qualité prix (12'10 euros) étant fortement recommandable.

Corona de Aragón Garnacha 2014 (DO Cariñena): otra Muy buena añada y las que quedan

Un amigo ex-hostelero me decía que el 40 % de los bares sobra en España. Que sin ese 40% los hosteleros vivirían como merecen. Y que en muchos bares no ponen tapa gratis porque si un día pones unas olivas negras a la semana siguiente te dicen que por qué no las pones verdes. Enfin... Este Corona de la D.O. Cariñena probado en un bar de ese 40 %.

Nota de Cata: Opacidad media a la vista y olfativamente predominio de fruta de baya roja en mediana intensidad. Boca afrutada, con una buena acidez y grado alcohólico que se hace notar en esta Garnacha. Predominio de la fruta roja de arbusto en todo momento. Buena persistencia y final especiado para rematar.

Me sirvieron esta referencia en una tasca de la zona C/ San Juan de la Cruz por encima de su temperatura y en un día de calor. Tenían otras botellas en el típico cubilete que hay encima de la barra para que elijas, escojo una y me dicen que ese no, que ese es para el menú. Acabé pidiendo este Corona que en la tienda de vinos de la que venía iba ya por la añada 2016 (4 euros+-). Y por supuesto ni olivas.


Bodegas Máximo Abete - Guerinda La Blanca 2015 (DO Navarra): máxima calidad desde el mejor terruño navarro

La parcela ''el Pino'', propiedad de Bodegas Máximo Abete en San Martín de Unx (zona media navarra) tiene un carácter muy singular. Por un lado hay suelos con pedregrosidad y espesor diversos, texturas limosas o francas finas que se alternan con areniscas y margas del terciario continental del valle del Ebro. El material predominante es la caliza que puede combianrse con cascajos y arcillas acercándonos a los barrancos. La orografía no deja otra opción que el cultivo en laderas y terrazas... bendito problema para mis amig=s de M.A., quienes marcados por lo explicado elaboran un Chardonnay delicioso como este:


Nota de Cata: Un color amarillo limon, limpio y brillante adornado por densas lágrimas que se escurren por la copa al airearla. Nariz intensa y varietal: en primer plano destaca la hierba de los frecos prados de la Sierra de Guerina en primavera. Y no en otra época. Después se suma la fruta blanca de hueso en plan presiego, piña (intensamente además), y finalmente ecos de avellana y vainilla. Un vez en boca su entrada es dulce, desarrollándose con untuosidad. Sabroso. Una acidez y grado alcohólico (14 % vol.) integrados. Final con retro-nasal compleja y varietal.


Delicioso como he dicho y con una relación calidad precio merecida: 7'80 euros. Y no sólo los blancos los elaboran de rechupete sino también tintos con todo el carácter de la zona, y ejemplo de esto es su tinto Navasentero (10'90 €) que es un 100% Graciano ( seguro ;) ) y que nos encantó en este blog. Muy atento todo el mundo pues a este pequeño proyecto familiar que no defrauda. ¿Gastronómicamente? Pues yo lo he hecho madirar con la merluza rellena de gambas de Arguiñano, pero acepta multitud de recetas. Recomendable.

 

Artuke Maceración Carbónica (DOCa Rioja): porque el vino de pueblo también puede ser elegante

El concepto de bodegas Artuke me gusta: 'vino de pueblo'. ¿Y qué pueblo es? Pues Baños de Ebro – Mañueta, en el extremo meridional de la provincia de Álava. A las afueras, entre Mañueta y Ábalos es donde se asientan las 22 Ha de viñedo propio con suelos arcillo-calcáreos a eso de 45o metros de altitud. Ahí se encuentra digamos la materia prima, pero la tradición hace el resto...

Nota de Cata: Botella tipo borgoña que ya predispone. Capa media-alta y juventud en el detalle para este Tempranillo 95% - Viura (Macabeo) 5%. En fase olfativa hay fruta de baya del género mora en este caso con suficiente peso. Boca elegante y expresiva sin perder su carácter que va de menos a más en su desarrollo. Frescor y grado alcohólico en su sitio en todo momento. Un vino de pueblo con toda la tradición del pasado detrás suya.

Buena relación calidad precio: ronda los 5 euros. ¿Y cómo se disfruta un vino de pueblo? Pues en las fiestas patronales: en el bar después de misa con unos pintxos, más tarde en la comida familiar con un chuletón y la suegra. Tras el café, la copa y el puro otra copita de Artuke para asentar el cuerpo mientras se juega la partida con los amigos. Con más pintxos antes de la cena popular en la plaza, durante la cena y después también al son de la orquesta Sensaciones.

Agerre (DO Txakolí de Getaria): los pintxos de San Sebastián saben de 'laostia' así madirados

La Denominación de Origen Txakolí de Getaria nació en 1990 y se sitúa principalmente entre Zarauz, Getaria, Aia y el océano. Sus 4oo hectáreas de suelos de arcillas y areniscas son la base para el desarrollo de sólo 2 variedades 2: Hondarribi Zuri (blanca) y Hondarribi Beltza (tinta). La referencia de hoy es 1oo% H. Zuri y su entorno está a 9oo metros de la costa, entre Getaria y Zarautz (Gipuzkoa).

Nota de Cata 2018: En vista color amarillo plateado con reflejos verdosos confirmando añada. Nariz intensa y volcada totalmente al buffer aromático de la fruta de gajo. Después se concreta la lima y la hierba de pradera de Askizu. Entrada que siendo seca guarda una sobria redondez. Discreta aguja también. Desarrollo de gran frescor pero para nada agresivo (no hace saltar ningún empaste). A partir de 12ºC aparecen notas de fruta lanca de hueso. Final fresco, que transmite notas de,limon, lima y manzana verde.
 
Nota de Cata ¿2016?: Visualmente encontramos un color amarillo plateado con reflejos verdosos. Al ser escanciado sobre vaso muestra las burbujas propias de su ligera aguja. En nariz es discreto, pero muestra ecos de notas herbáceas. Boca ligera, de buena acidez, fácil de beber, con recuerdos cítricos y herbáceos que se alargan hasta el final. Por otro lado la ausencia de cuerpo y de sensación alcohólica lo convierten en un refresco a la altura del vinho verde portugués.

Txakolí Agerre es el que te sirven en los bares de pintxos de Donostia cuando no especificas la marca. Su pvp cercano a los 7 euros es económico en relación a otros txakolís de Getaria. Tanto este como los demás están diseñados para tomarlos frente al mar. En resumen un chacolí de corte más clásico que innovador pues estos últimos tienen un perfil más flor/fruta blanca de hueso que se acerca al Ribeiro.

Monteabellón 5 meses 2015 (DO Ribera del Duero): Nava de Roa es más que un pueblo de paso

Entre Aranda de Duero y Peñafiel está Nava de Roa, el típico pueblo castellano con su población mermada, sus casas de verano y su travesía a 50 km/h que todo el mundo pasa a 80. Pero no todo es negativo en esta aldea: está la ermita de Santa Ana, la Iglesia de San Antolín Mártir y 3 bodegas de la Ribera: La Manca, Señorío de Nava y la que elabora este roble: Bodegas y Viñedos Monteabellón.


Nota de Cata: Mucho color y ribete joven. Olfativamente no es el tinto más aromático del mundo si no que deja recuerdos a fruta de baya negra salvaje y un toque de maderizados (crianza de 5 meses 5 en barricas de roble francés y americano a partes iguales). Boca seria pero a la vez afrutada con un sello muy Ribera del Duero, y también cuero. Acidez y grado bien atados para este tinto medio cuerpo. Final de larga persistencia con una fruta de baya seria y bien planteada.

Un Tempranillo que caté en mi bar chino de confianza, ¡ y servido a su temperatura !, para que nadie se queje. No es precisamente chino su precio, que casi toca los 6 euros, así lo han pactado mis amigos Isaac Fernández, Juanma y Fer García. Un vino potente para disfrutar en las fiestas patronales de Nava con el lechazo, el cochinillo y las chuletillas      ¡ Que aproveche majos !

Velada Moscatel (DO Valencia): la paella valenciana también admite blancos mediterráneos y low cost

Los blancos mediterráneos son un legado que los romanos tomaron de los griegos. Están, desde Tierra Santa, los viñedos fenicios del valle de la Beqqa, las viñas del Egeo repartidas entre Izmir (Turquía) y Rodas (Grecia) con su famoso muscat. En el Mediterráneo central estaría el bastísimo viñedo italiano con el Trebbiano como rey bianco. Pasaríamos por las Costas de Provenza con sus rosados de prensado color salmón para finalizar el tour en la Costa Este ibérica: en Valencia con su moscatel.


Nota de Cata 2016: Botella tipo rhin que predispone. Tapón de silicona que evidencia una fácil penetración con el saca-corchos. En vista un color dorado como la arena de la playa de la Malvarrosa en agosto julio. Nariz con toques propios de la variedad Moscatel romano: rosas, melocotón y similares. Boca ligera (11'5% vol.), con una fruta blanca de hueso que se fusiona con un frescor que aporta equilibrio. Ecos salinos del mar del Saler y sus dunitas...¿eso que oigo son olas?


Un blanco low cost (2'29 euros) para una velada (de ahí su nombre) familiar o en pareja. Como maridaje... la paella valenciana. Y para diferenciar la paella valenciana del arroz con cosas paso a enumerar sus elementos: Arroz – pimentón y azafrán molido – sofrito de: rochet – garrofón – tomate – romero. Sigo con la sustancia: pollo + conejo. Agua – aceite de olive virgen extra – sal. El fuego para la cocción ha de proceder de madera de naranjo valenciano. Pruébenlo y me cuentan ¡Que aproveche!