Aragus 2017 (DO Campo de Borja): una historia tan cierta como fantasiosa alrededor de este tintorro batallero

La degustación terminó, parecía ser que el vino elegido para la nueva marca 'Aragus' iba a ser la referencia nº siete. Eran casi la una y media de la madrugada y tanto Kike como el Eduardo estaban sonrojados y sudorosos. Y las escupideras a rebosar. Ambos dos se quedaron mirándose a los ojos fijamente unos instantes, con ojos brillantes y de satisfacción por haber cumplido su misión, la de haber conseguido un buen ensamblaje para otro tinto anti-crisis más. Una Garnacha - Syrah que tanto apreciaban en la capital los jubilados y los bares de chinos.

Nota de Cata: Capa muy alta signo de una vendimia bien cocida por el sol borjano y por una buena extraccion de antocianos en la cuva. El disco color fucsia marca la lógica juventud. En nariz media intensidad que se concreta en clave de frutos del bosque y yogur de arándanos. Entrada en boca seca, desarrollo de acidez controlada y notas de fruta de arbusto sobre un fondo herbáceo. Medio cuerpo en cuanto a estructura. Final cálido (13'5 % de volumen alcohólico), al mismo tiempo especiado, de corto recorrido pero buen tanino gracias a la Shiraz. PVP recomendado de 3'20 euros.

Eduardo se levantó de la silla incorporándose a duras penas y se acercó hacia donde Kike estaba sentado mientras éste le miraba con estupefacción.
¿Qué ostias haces?– preguntó.
Kike, te he preparado un haikú – dijo con una media-sonrisa.
¿Un qué? ¿Qué coño es un jaicú? – respondió Enrique con una mueca de desencanto.
Pues un poema japonés de 17 sílabas. Allá va: <<Manos de dioses acarician la uva en la vendimia>>. Podemos poner este haikú en la etiqueta del nuevo Aragus y así el hostelero chino puede elegir nuestro vino para su bar.
Joder Eduardo, ¿ ahora los rumanos son dioses?

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