Este es
uno de los dos vinos frizzantes de la gama Beso de Vino elaborado por
Grandes Vinos y Viñedos (Cariñena). Antonio el toro pone cara a la
marca más joven y desenfadada de GVV y en este caso apadrina una
Garnacha que una vez en rosado se ve gasificada. Su baja
graduación supone presencia de azúcar residual, delicioso para los
millenials esos que están tan de moda.
Nota de Cata 2016: Visualmente color rojo rubí con un remolino de pequeñas burbujillas que confirman un rosado gasificado. Nariz discreta y final donde se rescatan notas florales y cítricas. Entrada en boca semi-seca y ligeramente perlante. Desarrollo afrutado, una joven y descarada fruta, de buena viveza. Final ligeramente mineralizado, fácil de beber y muy positivo que deja una estela de cítricos como la clementina.
Nota de Cata 2015: Gas que ya se manifiesta nada más desroscar el tapón. En
vista un color rojo guinda (a otro igual le parece rojo bermellón).
Nariz limpia, de discreta intensidad. Entrada en boca dulce pero a
la vez con la aguja del carbónico. Desarrollo que con su frescor controlado y con la fruta roja delicada va de más a menos
desvaneciéndose suavemente. Final con un simpático amargor
acompañado de sensaciones aún frizzantes.
La aguja
siempre presente deja un producto refrescante ideal para los días
más calurosos del año. Su relación calidad / precio roza los 5
euros haciéndolo no sólo accesible a la juventud sino
apetecible como refresco. Sin salir de la gama de Beso de Vino en
este blog ya se habló de su rosado seco garnacha y de su tinto semi-crianza de Garnacha y Syrah. Recomendables los 3.
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