Glárima de Sommos blanco (DO Somontano): la apuesta hoscense por las variedades que aman el frío

Bodegas Sommos, de las que ya se habló en Todoelvino, están llegando óptimamente a los locales de restauración zaragozanos. Sobre todo la gama básica (Glarima) es la que Pedro Tabuenca mejor está colocando por bares y restaurantes. Y no por ser básica es ordinaria, sino que planta cara a muchos blancos de esta y otras Denominaciones. Este joven aúna la estructura del Chardonnay (2o %) y la potencia aromática del Traminer (8o %), ambas muy adaptadas a las riberas del Cinca.


Nota de Cata 2023: Catado el mismo dos mil veinte y tres. Color amarillo pajizo con reflejos verdosos lógicamente. En una primera nariz aparecen recuerdos tropicales en media intensidad. Al subir de temperatura, se suman notas de mantequilla y varietales. En boca, entrada redonda golosa. Desarrollo redondo y muy afrutado, donde convergen notas de fruta blanca crujiente, frutos secos o piña. Buen frescor de la añada en equilibrio con la densidad de 13'5% vol. Final que se va SO2, seña de identidad de la gama Glarima.


Nota de Cata 2019: Catado en el bar hoscense 'Bendita Ruina' (Coso Bajo, 79) muestra un color amarillo pajizo con reflejos verdosos confirmando añada. Una nariz a priori citrica y a secundari con toques varietales del Chardonnay de los que luego hablaré. Entrada seca. Desarrollo muy complejo y volcado hacia el Chardonnay altoaragonés: mantequilla, piña, avellanas y hierbas de montaña pre-Pirenaica. Frescor integrado, que va de menos a más. Un medio cuerpo y cierta densidad gracias al trabajo sobre lías. Final cálido, con ecos espaciados y sulfurosos.

Nota de Cata 2016: En vista limpio, sin defectos y con densas lágrimas (13 % vol). Nariz intensa con notas de fruta blanca crujiente y geraniol (C10H18O ) que evoca el olor típico de la rosa... En segundo plano recueros de pradera florecida a orillas de río Cinca y también ecos de fruta blanca madura. Un vez en boca su comportamiento es denso y complejo, destacando la personalidad del Chardonnay en forma de recuerdos a frutos secos, piña madura o avellanas. La crianza sobre lías hay que decir que ensalza las sensaciones y aporta seriedad al conjunto. Frescor en su sitio y post-gusto varietal que deja una estela de especiados.


Un vino serio y elegante con el que topé (añada '16) en un local también serio y elegante: Heredero Tabernillas. El percal, el camarero y yo los más jovenes, y el resto de la clientela en la edad del metal: plata en el pelo, oro en los dientes, piedras en el riñón, cobre en el bolsillo y plomo en las piernas. Volviendo al vino , decir que es de calidad y que en relación a su precio es positivo: alrededor de los 7 euros. Sin salir de esta bodega ni de este blog está el Sommos Colección Gewürztraminer, que es su blanco con barrica top y que también recomiendo, más aún que el de hoy.

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