Bodegas y Viñedos Martín Berdugo aparte de ser el
proyecto vinícola más interesante de Aranda de Duero (Burgos) es la
primera bodega que ha estrenado la sección ¿Te Cato? de este blog,
desembocando en una visita muy muy interesante
de la que escribiré durante varias entregas.
Esta bodega, a las afueras
de Aranda está abrazada por 87 hectáreas de viñedo que miran de tú
a tú al Duero, pues este río se encuentra a poquísimos metros.
Tuve el placer de caminar sobre esos suelos aluviales junto a Antonio
Díez, el gerente de este proyecto familiar llamado Martín
Berdugo en honor a los apellidos de la matriarca de la familia.
Volviendo sobre el terreno, dedicado totalmente a la Tinta del País,
hay que destacar el uso de cubierta vegetal para regular el ciclo
vegetativo de la vid, cubierta en este caso compuesta de cereal y
algo de leguminosa.
Digamos que este viñedo
vive en dos ambientes, uno de ellos situado a continuación de la
bodega se caracteriza por un suelo de cantos rodados, sedimento
aluvial que cubre unos suelos pobres donde la raíz se ve obligada a
“estirarse” para encontrar el sustrato, traduciéndose en vinos
complejos ideales para envejecer. Por otro lado, el Tempranillo
que mira al Duero va a convivir con una humedad lógicamente más
presente y con partículas mucho más finas en su superficie, por
lo que aquí la cubierta vegetal va a ser más necesaria. ¿Resultado?
una materia prima destinada con toda la intención a dar un tinto
lleno de juventud y tipicidad como este:
Nota de Cata:
Al verter en copa nos recibe un burbujeo que ya denota
juventud, consolidándose después en forma de capa alta e incluso de
lágrimas coloreadas. Nariz intensa con mucha fruta joven, confieso
que un aroma que sólo he encontrado en los auténticos Ribera del
Duero. Boca con mucha viveza, de elegante paso
pero no por ello exento de carácter. Acidez
muy bien controlada así como sus 14'5% de alcohol y tanino en su
sitio. Final cálido y con una larga persistencia donde vuelve la
grosella roja.
Un vino como veis con una
historia detrás y con toda la intención para ser lo que es. Calidad
en todos los lados: en vista con ese color que se manifiesta incluso
en las lágrimas, calidad olfativamente con esa fruta tan Ribera del
Duero, y calidad en boca con ese final bien persistente. La relación
calidad/precio está por lo tanto a la altura de lo relatado (5'61
euros). Este jovencito se va a disfrutar sobre todo en compañía,
entre amigos y anima a seguir probando el resto de referencias de
esta Casa.
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