Nota de Cata: Capa media y densas lágrimas escurren por la copa al
mirarla. Nariz con todavía atisbos de sulfuroso, un puntito de cuero
y de barrica, pero en mediana intensidad. Boca amplia, llena de fruta
guapa concentrada, que es el sello de la Garnacha de Calatayud.
En este caso adornada con un recuerdo láctico que enlaza con una
buena acidez y dota al conjunto de viveza y nervio. Final cálido
(14'5 % vol.) que da un tinto equilibrado, goloso y con mucha viveza
como digo.
Si su “primo”, el Nietro Garnacha Viñas Viejas tenía cuatro meses de crianza, este Alquez aunque mantiene la edad del viñedo, añade más tiempo de envejecimiento hasta llegar a unos 13 meses de estancia en barrica. Bastantes meses, sí, pero aún así la Garnacha de altura es protagonista indiscutible, por eso es un referente de los tintos de Calatayud, de Aragón y digno de constar en la cuidada oferta de vinos que ofrece Martín. Toda la gama de grandes asados, chuletón a la piedra o croquetas le iran bien a este Alquez que será vuestro por unos 8 euros.
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