Las
tascas de Madrid... darían para un blog aparte. Las hay grandes,
pequeñas, céntricas, escondidas, temáticas, generalistas,
regionales, castizas, sucias, muy sucias... Pequeñas joyas que
engrandecen y dan sabor a esta piel de toro llamada España.
Paseábame yo por las callejuelas de la villa de Madrid buscando el
vino diferente, el que se escapa de Ribera, Rueda y Rioja, cuando
llegué a C/ Delicias nº 16: 'La
Casina'...tasca
gallega (gran tierra), donde pedí su único blanco gallego,
un
Ribeiro.
Nota de Cata:
Color amarillo pajizo de manual. Nariz cítrica, floral y con atisbos
de fruta blanca de hueso, todo ello en baja intensidad. Boca ligera
(como me esperaba), ácida, muy femenina y fácil de beber (11'5 % de
volumen alcohólico). Final corto, de poca persistencia, donde vuelve
el nervio y las notas cítricas. No he dicho que se trata de un
ensamblaje de Palomino
y Torrontés.
Viva
Madrid, juro que volveré. ¿El vino? ordinario, pero el ambiente, la
tranquilidad, el ofreciemiento de tapa, el fútbol puesto de fondo,
las hechuras y el escaparate de 'manjares'
autonómicos me convenció. Un euro con ochenta céntimos me cobraron
por la copa, yo creo que con dos ya amortizan los 75 cl , en todo
caso estos caldillos son los que te hacen valorar con posteridad los
verdaderos grandes vinos.
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